BALANCE DE UNA SOIRÉE LÁCTEA

Hasta el público ayudó a solucionar los problemas técnicos y no dudó en inventarse los diálogos que la avería del audio hurtaba a los asistentes. Oki, a los mandos de la mesa, también improvisó rápidas y eficaces ráfagas musicales para ilustrar las poderosas imágenes de Richard Kern. Rafa Montesinos, espléndido toda la noche, improvisó con elegancia cuando sonó un móvil en la sala o se cortó inesperadamente la música.
Las chicas, como siempre, fueron punto y aparte. Mafalda, dulce y encantadora, entrañable y sexy, supo vencer sus miedos y conquistar a la peña. Y Akhesa, en su línea, no dudó en apuntarse al bombardeo de participar -de forma improvisada- en el espectáculo. Y así, entre el público, el equipo de La Vía Láctea y los protagonistas de la función, se sacó adelante una velada en la que no faltó de nada. Y creo que los asistentes se lo pasaron bien. De eso se trata.
Está claro que no me olvido de Sayak Valencia, nuestra invitada de honor. Su discurso, brillante y documentado, viene acompañado de una singular simpatía y una sorprendente capacidad para improvisar y adaptarse a las circunstancias. Con elegancia evitó hablar demasiado de su trabajo para desviar la atención hacia la Muestra Marrana, acto que presentábamos conjuntamente. Gracias, Sayak, te queremos.
De la VIII Erotic Soirée salieron muchos proyectos. Creemos que hemos encontrado el local adecuado para estas veladas y creemos que hemos encontrado una fórmula que va a permitir realizar una serie de proyectos que fueron surgiendo a lo largo de la noche.
Ayer, de verdad, comenzamos una nueva etapa.

Fotos: Miguel Ángel Torresano.
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