miércoles, 19 de agosto de 2009

MALAS PORQUE SÍ



Nadie se acuerda de las buenas chicas. Peor aún, casi nunca se mira a las chicas buenas.
La leyenda erótica femenina se sustenta sobre diferentes formas de maldad: a veces, adornada con dosis de ingenuidad; a menudo, envuelta en humo de tabaco y vahos de alcohol; casi siempre, alumbrada por luces tenues y contrastes de blanco y negro; y, últimamente, vestida de cuero negro o de vinilo brillante.
Sostiene el maestro Berlanga que es más erótico vestir a una mujer que desnudarla, y debe de llevar razón. La magia de las medias de nailon y los tacones de aguja forman parte de la imaginería erótica masculina; son adornos imprescindibles, el toque de perversidad necesario para hacer de la piel algo deseado y deseable. Las exquisiteces eróticas demandan alimentarse con la mirada, y la pupila necesita transmitir la corriente eléctrica del deseo; así pues, nada más deseable que la imagen previa del pecado. El objeto del deseo se vuelve más sensual y seductor si amenaza con una imagen perversa y maligna. La devoradora de hombres, la mujer fatal, basa todo su poder en la certeza de que domina la maldad. Y me gusta.
La estética del fetichismo tradicional, esa que nos recuerda a las malvadas matronas de Stanton o a la perversa ingenuidad de Gwendoline o a las mujeres objeto de Allen Jones, transforma en cotidiano lo perverso. Las diablesas de charol brillante que pueblan la noche cosmopolita de nuestras ciudades provocan eróticos escalofríos cargados de nostalgia, como aquellos denominados pastelitos de queso de las revistas de los años cincuenta, cuando Betty Page era la reina de la picardía. Con sus botas negras, sus collares adornados de clavos, sus medias de malla y sus corsés de plástico refulgente, las malas de ahora mismo incendian salones y discotecas. Con su desparpajo erótico llenan el ambiente de un erotismo cargado de tintes de crueldad y se convierten en herederas de la seductora total: exigentes, malvadas, fatales.
A mí me gustan así, malas. Malas por las buenas, malas porque sí.

Publicado en la revista PRIMERA LÍNEA.
Fotografía realizada en Studio-BDSM Barcelona.
www.bdsmmistressnicole.com

1 comentario:

  1. Ponce, si se utilizan imagenes,
    lo de menos es poner un link para dichas MALAS.

    ...suspiro... tenemos que hacer todo nosotras????

    www.bdsmmistressnicole.com

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