viernes, 25 de septiembre de 2009
EL GRAN HERMANO
Cuando entro en el portal de mi casa una pegatina me avisa de que estoy en una zona vigilada por vídeo. No me gusta. Lejos de sentirme protegido me siento perseguido, espiado. Desconozco quién mira mis entradas y salidas y dónde van a parar esas imágenes, pero me da igual. Nadie en nombre de nada tiene derecho a vigilarme.
La columna de la derecha de este blog se abre con una llamada contra las cámaras que nos acosan. He elegido Lavapiés, un emblemático barrio madrileño, por su beligerancia contra los invasores de lo íntimo y porque buenos amigos míos participan en estas campañas. Basta con hacer click en la imagen para participar en el conjunto de actividades programadas contra la vídeovigilancia.
Y por si alguien no lo tiene claro, aquí está el mapa de las cámaras situadas en el barrio, ¿verdad que da miedo?
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