Mañana toca segunda entrega de Perversidad, el proyecto metolero en el que también participamos los fantasmas con una colaboración puntual de sólo 30 segundos, sin respirar, eso sí.
La cosa va de piezas breves adornadas y presentadas con el habitual salero del anfitrión y regadas con las inconfundibles marcas de la casa. Pero lo mejor es enlazar con su blog, que allí está todo bien explicado.
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