jueves, 25 de marzo de 2010

PUES SÍ, EL POSTPORNO ES ESO


“El postporno es la cristalización de las luchas gays y lesbianas de las últimas décadas, del movimiento queer, de la reivindicación de la prostitución dentro del feminismo, del postfeminismo y de todos los feminismos políticos transgresores, de la cultura punk anticapitalista y DIY (hazlo tú misma). Es la apropiación de un género, el de la representación explícita del sexo, que ha sido hasta ahora monopolizado por la industria. El postporno es una reflexión crítica sobre el discurso pornográfico”.
Así, al menos, lo describe María Llopis -a modo de ejercicio de autodisciplina impuesto para responder a la pregunta inevitable en todas las entrevistas- en su libro “El postporno era eso”, presentado el pasado sábado en Barcelona.
Acuñado por Wink van Kempel a mediados de los ochenta, el término adquirió popularidad gracias sobre todo a Annie Sprinkle y ha tenido en Beatriz Preciado a su sacerdotisa doméstica. Y María Llopis, licenciada en Bellas Artes, autora de un puñado de cortos y fundadora, junto a Águeda Bañón, de “Girls who like porno” es una de sus piezas fundamentales.
Narrado en un tono íntimo y personal en el que no se escatiman experiencias sexuales de todo tipo, “El postporno era eso” repasa la historia del movimiento y de sus personajes más relevantes en una especie de diario por el que desfilan lugares comunes y tipos emblemáticos del sexo alternativo y la cultura transgresora, hasta convertirse e un viaje entrañable por la Barcelona más radical y liberada, aquella que existe, pero no se ve, ahogada en los tópicos más tradicionales. Por las páginas del libro desfila una fauna canalla y creativa, abierta –en todos los sentidos de la palabra- a las experiencias más intensas y dispuesta a hacer de su vida y de su sexo la mejor forma de expresión. Y María los retrata a todos con cariño, en las ruinas del Raval, en los centros de cultura y arte y en los garitos de mala muerte. Justo donde nació y habita el postporno. Ya lo dice la autora: “Todas las Caperucitas Rojas se vuelven lobos en la práctica postpornográfica.
José M. Ponce
EL POSTPORNO ERA ESO. María Llopis. Editorial Melusina.
Artículo publicado en el número 111 de TIME OUT BARCELONA.

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