En Milán, a los 69 años, falleció ayer Rosanna Schiaffino, una de las actrices más importantes del cine italiano de los sesenta. Nacida en Génova el 25 de octubre de 1938, esta bellísima mujer fue en sus comienzos portada de revistas como Life y Le Ore, lo que le ayudó mucho en su lanzamiento como actriz. Su primera película fue Totò lascia o raddoppia? (1956), de Camillo Mastrocinque, pero adquiere popularidad por La sfida (1958), de Francesco Rossi. Su indudable fotogenia, y sus evidentes dotes artísticas, la convierten pronto en una de las jóvenes más prometedoras de su generación. Trabaja para algunos de los grandes nombres de su país -Alberto Lattuada, La mandrágora (La mandragola, 1965), Mauro Bolognini, La notte brava (1959)…-, pero también para directores internacionales del prestigio de Jean-Luc Godard, Ro.Go.Pa.G (1963) o Vincente Minnelli, Dos semanas en otra ciudad (Two Weeks in Another Town, 1962). No obstante, su trayectoria se decantó por las coproducciones de género europeas, en su mayoría de escasa calidad, caso de Un hombre llamado Noon (1973), de Peter Collinson. En España trabajó en varias ocasiones, una de ellas con Jorge Grau en La trastienda (1975), que ha pasado a la historia por contener el primer desnudo integral del cine español (de María José Cantudo, por cierto). Schiaffino estaba retirada del cine desde los años 70.
Boticia recogida de: www.pasion por el cine.es
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